Empiezo este nuevo blog con la esperanza de que me ayude como terapia contra lo que estoy viviendo en estos momentos.
Las clases empiezan mañana y hoy me toca hacer todos los deberes que debería haber hecho en Navidad. Para colmo, mi estado de ánimo no es el idóneo para ponerse a hacer comentarios de texto. Solo me apetece dormir y quedarme en la cama, tumbada, mirando al techo y pensando en todo lo que viví, todo lo que ya no volveré a vivir y todo lo que podría haber vivido.
No me arrepiento, para nada, de todas las cosas que hice por él.
Ahora que se ha ido (por decisión mía) me siento mucho más vulnerable. ¿Con quien voy a hablar ahora? Estoy perdida. Tengo que aguantar, aunque ya estoy pensando en rendirme. He de ser fuerte, ahora más que nunca.
Quizás esté siendo egoísta. Estoy negándole mi amistad solamente porque un día se me ocurrió empezar a quererle. Anyways, gracias por todo. No me cansaré de decírtelo.